Dios les bendiga. chicas... Hoy estaremos viendo como fue la obediencia de Abraham.
En el libro de Génesis, capitulo 22 vemos que Este pasaje comienzo con la orden de Dios hacia Abraham, la cual es que sacrifique a Isaac, su hijo, cada palabra es como una daga que se entierra hasta lo más profundo de sus huesos. Hay que decir que Dios ya le había prometido a Abrahm que por medio de Isaac su descendencia iba a ser enorme.
La fe de Abraham fue clave para su obediencia, no le reprochó nada a Dios. Seguro pensó que Dios levantaría a su hijo de la muerte, lo claro es que Dios de alguna u otra manera iba a cumplir su promesa, porque Dios no es como nosotros, que prometemos y algunas veces no cumplimos, Dios es soberano y tenía un plan con Abraham, como también lo tiene con cada una de nosotras.
Abraham tenía tres días de camino para llegar a la tierra de Morah, lugar donde debía sacrificar a su hijo (v2). Imaginen todo lo que tuvo que pasar por la mente de Abraham durante esos tres días ¿Cómo mirar a la cara a Sara, su esposa? ¿Qué dirían las personas que vivían en la misma tierra que él?. Este momento de reflexión le permitió hacer su obediencia y fe más razonable y honorable.
En el verso 3 dice " Y Abraham se levantó muy de mañana y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervo suyos, y a Isaac, su hijo, y cortó leña para el holocausto, y se levantó y fue al lugar que Dios le dijo"... Vemos a un Abraham decidido, que no reprocha nada a Dios ni le menciona la promesa que le había hecho Dios, sino que se levantó de mañana, preparó todo y se puso en marcha junto a su hijo par hacer lo que Dios le había mandado, Abraham no se tomó esto con ligereza ni como un juego, sino que va con la mente puesto en hacer lo que Dios le dijo.
Luego en los versículos posteriores vemos que Dios provee un cordero y no tiene que asesinar a Isaac. Hagamos énfasis en como fue la obediencia de Abraham. Sin duda fue una obediencia sin resistencias, sin peros, sin excusas. Dios probó la fe y obediencia de Abraham, y vaya que pasó la prueba.
Nuestra obediencia debe ser como la obediencia de Abraham. Tenemos que tener en cuenta que si de verdad buscamos hacer la voluntad de Dios, tenemos que hacerla de todo corazón, con total diligencia.
Oremos para que Dios nos ayude a obedecerle y hacer su voluntad sin reproches ni excusas.
¡Dios les sorprenda!
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